jueves, 13 de febrero de 2020

ELS 120 BISBES DE LA DIÒCESI DE BARCELONA: Lampi, Sigisari, Nundinari i Ireneu




Seguim desglossant el nostre treball "Los 120 obispos de la diócesis de Barcelona", avui amb Lampi, Sigisari, Nundinari i Ireneu, bisbes entre els anys 394 i 464. 

3  LAMPI (murió después del 400)
Este obispo ordenó prebítero de Barcelona a San Paulino de Nola en la noche de Navidad del 393 en la catedral de Barcelona. Fue al concilio I de Toledo (a. 400) con asistencia de 19 obispos que se opusieron a la herejía prisciliana.
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San Paulino se llamaba Meropius Pontius Anicius Paulinus. Nació en Burgigala (Burdeos) entre los años 353 al 355. Era patricio, discípulo del famoso literato Ausonio. Este autor nos da muchos detalles de la vida de Paulino: su bautismo a los 25 años en Roma, su nombramiento de “cónsul” y del de gobernador de la Campania (a. 381). Paulino se casó con Terasia que procedía de Hispania, probablemente de las cercanías de Barcino. Tuvieron un hijo que murió y fue sepultado en Alcalá de Henares donde estaban las reliquias de los Santos Justo y Pastor. La pareja se establecieron en Barcelona, posiblemente en San Pablo extra muros o en Santos Justo y Pastor de Barcelona. Allí reunian a golpe de cobre (de campana) a sus adeptos para rezar o estudiar las escrituras. De ahí el nombre de “nola” sinónimo de Campana. Paulino era un auténtico líder con mucho dinero de ahí que los barceloneses intentaran que su fortuna se quedara en la iglesia local. Pero el cambió de residencia para volver a Italia junto el sepulcro de San Félix que se encontraba en Nola. Fue nombrado obispo de esta pequeña ciudad italiana; pero antes fue presbítero de Barcelona. El episodio nos viene narrado así: Tanto era el prestigio de ese hombre santo en la comunidad cristiana de Barcelona que el día de Navidad del 393, mientras el obispo Lampi (obispo de Barcelona del 393 al 400) celebraba los divinos oficios, Paulino fue arrebatado por el pueblo, y el obispo le ordenó presbítero. Como escribía poco después a su amigo Sulpicio Severo: “repentina vi multitudinis sed credo Domini ordinatione”.
Ante tanto “entusiasmo y tumulto de exaltación sagrada” el nuevo sacerdote de Barcelona aceptó el deseo de los barceloneses, pero pudo imponer una condición que, por ser contraria a la disciplina vigente, había de acarrearle después no pocos sinsabores y la repulsa del mismo papa Siricio; o sea: la de no quedar agregado al clero del lugar de su ordenación, ni estar sujeto a ninguna iglesia particular, a fin de poder satisfacer su anhelo de vivir junto al sepulcro de San Félix de Nola, en Italia, que consideraba su patrón.
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DHEC II, 462; P. B. GAMS, 13; M. AYMERICH, 250; MARTI BONET, 39.

4  SIGESARIO (c.415) 
Convertido al cristianismo del arrianismo, fue elegido obispo de Barcelona con la ayuda de Gala Placidia. 
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Hablar de Sigesario sugiere la presencia de Gala Placidia en Barcelona y de su esposo Ataulfo en la segunda década del siglo V. Precisamente dos años de este siglo o sea 411 y 418, marcarán el inicio de la agonía de la Hispania romana. Es la primera oleada de los pueblos bárbaros. Estos tenían un vínculo entre sí: ser arrianos y por tanto no aceptaban la divinidad de Jesucristo. Según el cronista Hidacio “los bárbaros, por la misericordia de Dios se deciden dejar la guerra y por la paz se distribuyen por suerte los territorios de las provincias para instalarse en ellos”. Obviamente en estas invasiones de los bárbaros que penetraron a Hispania por los desfiladeros de los Pirineos, una de las ciudades que más sufrió la irrupción de esos pueblos fue Barcelona, que “antes era una ciudad próspera y conocida por toda la cuenca mediterránea”. Los Vándalos y Alanos pasaron por nuestras tierras sembrando destrucción. De los segundos dice Hidacio que en el año 418 fueron eliminados por los visigodos. En un principio según dice este autor: “los hispanos de las ciudades y villas fortificadas supervivientes de las plagas de los bárbaros se hicieron fuertes, pero pronto abrieron sus puertas”. En parte los hispanos deseaban probar a esos nuevos dueños, ya que los anteriores —afirman— abusaban con una insoportable tiranía a través de injustos tributos. Y es bien cierto que la tributación fiscal durante el bajo imperio romano era insostenible.
Gala Placidia, hija de un segundo matrimonio del emperador Teodosio y hermana de los emperadores Honorio y Arcadio, fue hecha prisionera por el rey visigodo Alarico. A éste le sucede Ataulfo, quien en el año 414 toma por esposa en Narbona a la mencionada Gala Placidia. Ataulfo en la lucha contra el emperador Honorio se ve obligado a abandonar Narbona para establecerse en Barcelona. Aquí muere asesinado en el año 415. Una tradición bastante fundamentada supone que Gala Placidia “instituyó” (designó) un obispo católico en Barcelona. Su nombre sería Sigesario que antes de su conversión, había sido arriano. De este obispo nos habla el cronista Olimpiodoro Egipcio al decir que Sigerico —sucesor de Ataulfo— mató a los hijos de Ataulfo arrebatándoles de las faldas del obispo Sigesaro (o Sigesario) que sería nuestro obispo de Barcelona.
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DHEC III, 446; M. AYMERICH, 250; MARTI BONET, 42.

5  NUNDINARIO (c.450- 460)
Dividió la diócesis de Barcelona, creando una nueva en Égara, según consta en las actas del concilio de Santa María la Mayor de Roma presidido por el papa Hílarus en el año 465.
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Del siglo V no tenemos más noticias en el episcopologio de Barcelona, a no ser de los obispos Nundinario e Ireneo. Por lo demás carece de todo fundamento histórico un obispo denominado Berengario que según el catálogo de Carbonell se casó con una tal Pereta y tuvo una hija, que se casó con el obispo de Tarragona, dándole en dote cinco parroquias: Desfrancat, Altafulla, Vilabella, Abrafim y Torredembarra. Obviamente la historiografía moderna considera esta última noticia como una burda leyenda.
De Nundinario sabemos que con el consentimiento de los obispos de la provincia Tarraconense desmembró toda la parte no litoral (Valles Oriental i Occidental, Penedés, Llobregat, Montseny) en una nueva diócesis con la Sede en Égara (ciudad romana). Para esta nueva diócesis de Égara se nombró a un clérigo de Barcelona denominado Irineo. A la muerte de Nundinario por testamento designó a su discípulo, dócil y buena persona Ireneo que volvió a Barcelona ahora como obispo titular de esa diócesis. Pero el metropolitano duró poco. Arcadio de Tarragona expuso al papa Hilar sus dudas sobre la legitimidad de que un obispo difunto determine quién será su sucesor.
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DHEC II, 726; P. B. GAMS, 13; M. AYMERICH, 253; MARTI BONET, 42.

6  IRINEO (c.463- 464)
Era Obispo de Égara primero. Después de la muerte de Nundinario se trasladó de Egara a Barcelona. Pero en el año 465 por mandato del Papa Hilar vuelve de nuevo a Égara.
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Sobre la creación de la Diócesis de Égara, de la nominación del primer obispo, de su traslado a Barcelona y el retorno a Égara obligado por el papa Hilar por su concilio romano celebrado en Santa Maria la Magiore de Roma el 16 de noviembre del año 465, lo estudiamos en la obra publicada en Terrassa- Barcelona 2004, que tiene por título: Barcelona i Egara- Terrassa, Història primerenca fins l’alta edat mitjana de les dues esglésies diocesanes. 
El motivo por el cual se obliga a Irineo volver a Égara (Terrassa) es porque no hubo elección por el pueblo y el clero de Barcelona, sino simplemente por deseo del obispo anterior manifestado por testamento. No puede un obispo designar su sucesor, aunque que este tenga muchas cualidades como ocurría con Irineo. Además en muchas épocas estaba prohibido que un obispo fuese trasladado a otra diócesis, práctica que hoy día (a. 2019) es normal en la Iglesia católica.
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DHEC II, 403; P. B. GAMS, 13; M. AYMERICH, 254; MARTI BONET, 48.


Aquí teniu us podeu descarregar la segona entrega d'aquesta sèrie que hem anomenat "Catedral ve de càtedra":
CATEDRAL VE DE CÀTEDRA nº2

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